un autosecuestro inducido en el que los individuos, como parte intrínseca del imaginario grupal y colectivo, aceptan sus condiciones sin ser forzados, mediante la insistencia y reiteración de necesidades y obligaciones que les autosometen a unas inercias finalmente tácitamente heredadas y aceptadas.
De mi Cuaderno negro de dibujos, 2016
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