LA LLUVIA (Quimera del Mundo)
1.
El corazón del mundo
herido de mil llamas
en el interior mismo
de nuestras entrañas llorosas,
embutidas de símbolos y sueños,
es la fragua de los vanos vuelos de la maquinación.
La imaginación, siempre de otros,
prostituida al servicio biográfico
de la costumbre y la permanencia,
es paja que prende más la llama de la quimera,
es tu traición ciega de progreso,
penosamente envuelta en una estabilidad secuestrada.
2.
Paraguas, paraguas,
extraña quimera de extrañas intenciones,
me reconforta y me asusta tu fuego,
el mismo que me quema,
del que me proteges.
Paraguas, “parapenas”, “paradeseos”,
“paraseducciones”, “paramundo”.
Me oculto en mi sombra acosada,
pluripersonal,
me quedo en la esquina
hasta que la marea pase,
desgraciadamente la marea
nunca va a cesar,
infaustamente soy empujado
y debo pasar la esquina.
Arrojado al arroyo del combate improvisado y despiadado.
Cuando la lluvia cae,
yo caigo con ella…
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